Ya estamos disfrutando una vez más del otoño y con él del rico aroma de las castañas y boniatos asados, de los campos perfumados por membrillos y de la ansiada recolecta de setas de temporada.
Pasado el Pilar y previo a la Inmaculada vuelve a ser tiempo de disfrute, tiempo de castañas en estufas de leña y hogueras.
Antiguamente las castañeras vestían de negro.
Llevaban pañuelo en la cabeza, una toquilla sobre la espalda, guantes para sus manos repletas de sabañones y mantas para abrigar sus cansadas piernas.
En muchos lugares las castañas se asan en hogueras y es tradición saltar encima de ellas con el fin de ahuyentar los malos espíritus y la mala suerte.
Gracias a nuestras magníficas cocineras, Sara y Olga, y a nuestro alumnado de 6.⁰ por colaborar con la organización de la jornada.
¡Hemos repartido 30 kilos!
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